15/5/09

Caída libre. La triste decadencia sín límites.

Clarín.com | Miércoles 13, Mayo 2009

La Ciudad
LOS MOVIMIENTOS DE EMPLEADOS POR LA POLEMICA REESTRUCTURACION DEL TEATRO.

Tres artistas del Colón que ahora deberán trabajar en hospitales. Son tres jóvenes músicas de carrera, reasignadas como secretarias y asistentes en Salud.

Por: Eduardo Slusarczuk


"Me dijeron que acá me van a adjudicar trabajo". "¿Usted es médica?". "No, trabajaba en el área artística del teatro Colón". "Ah, bueno, vamos a ver qué le podemos dar". Palabras más o menos, ese diálogo mantuvieron María Armanini, Angela Boberi y Andrea Mijailovsky, días atrás, en el Ministerio de Salud porteño.
Egresadas de la carrera de régie del ISA (Instituto Superior de Artes), las dos primeras se desempeñaban como asistentes de régie. "Nuestro trabajo es garantizar que en cada ensayo y cada función no falte nada ni nadie", explica Boveri, quien, en 2008 fue invitada a trabajar a la ópera de Niza, y desde la semana pasada es secretaria en el Ministerio de Salud porteño: muy lejos de las jornadas que junto a Armanini compartieron con directores de escena como Roberto Oswald, Gian Carlo Menotti, Alfredo Arias y otros.
Mijailovsky, quien antes de llegar al teatro dirigía la Orquesta Estable de Tucumán, era asistente musical en luces, a cargo de garantizar la correcta operación de la puesta lumínica durante una ópera. Trabajo que dejó durante 2008 para coordinar la Opera de Cámara, y también dirigir las óperas La selva padrona en Usuahia, La Plata y Rosario, y El barbero de Sevilla, en el centenario del Colón.
Sin embargo, tanto Armanini, (17 años de antigüedad), como Boveri (4) y Mijailovsky (5), siempre figuraron como personal administrativo contratado. Condición que, a partir de la reestructuración impulsada por el director general, Pedro Pablo García Caffi, las dejó afuera del teatro. La situación se extiende a áreas como prensa y el ISA, donde personal con formación específica fue trasladado.
En ese sentido, apuntan que no sólo no habían sido notificadas sino que, además, el Director Musical, Reinaldo Censabella, les había sugerido, a ellas tres y a varios compañeros suyos, esperar, antes de tomar cualquier decisión, y cambiar su vínculo con el teatro. "Nos ofrecieron resignar los beneficios sociales que contempla nuestro contrato, a cambio de permanecer en el teatro como monotributistas", señalan. Cambio que no aceptaron, con la expectativa de una revisión de la medida.
"Nunca tomamos el teatro como un seguro de empleo", afirman, y cuentan qué harán ahora. "Yo voy a trabajar en la recuperación de ex combatientes", cuenta Armanini. "Y yo, en rehabilitación de hipoacúsicos en el Hospital Rocca", cuenta Mijailovsky, quien con una sonrisa amarga, acota: "Toda una coincidencia".

La renuncia de un director

A seis días del arranque de la temporada de ópera, renunció anoche en forma indeclinable el director del área técnica del Colón, Jorge Alberto Fernández Suárez, sin siquiera haber llegado a firmar su asunción al cargo. Fernández Suárez argumentó estar "en desacuerdo desde lo profesional, lo ético y lo moral con lo que ocurre con el área técnica del Teatro Colón", en referencia al traslado de 278 trabajadores de su sector.


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